¿Sabemos qué es una geisha? Seguramente no conozcamos el concepto en su totalidad, pero todos y todas asociamos una imagen a esa palabra.
¿Han existido las sociedades matriarcales? ¿Tuvieron las mujeres el poder social?
Las mujeres en la Antigua Roma estaban relegadas al espacio doméstico, sometidas a la figura masculina.
La mujer china vive en una situación de total discriminación por su sexo, potenciada por políticas sobre el control de nacimientos e hijos por pareja.
La publicidad sigue siendo sexista y el Observatorio de la Publicidad vela por la eliminación de roles y estereotipos de género.
Iguales trabajos, diferentes remuneraciones. Mujeres y hombres, acceden de forma diferente al mercado laboral, ya que las condiciones son distintas y una vez dentro, la remuneración es diferente.
El movimiento feminista en España no ha tenido la misma repercusión que en otros países de Europa, especialmente en el norte del continente, donde los derechos de la mujer son reconocidos casi en su totalidad.
¿Somos iguales cuando viajamos? No, el ocio no es accesible para determinadas personas y el resultado es discriminatorio.
¿Cómo son las mujeres que ocupan puestos de dirección? ¿Son diferentes a los hombres cuando ejercen el poder?
Todos y todas hemos escuchado hablar y leído sobre la discriminación positiva y los sistemas de cuotas. ¿Son medidas igualitarias o discriminatorias?
Si observamos la publicidad que se emite a través de diferentes medios, comprobaremos como tanto hombres como mujeres son tratados y mostrados desde los estereotipos de género más comunes, con el perjuicio que ocasionan estas imágenes.
¿Cómo eran tratadas las mujeres en la Antigua Grecia? ¿Eran iguales a los hombres?
Todos y todas hemos escuchado o leído sobre el techo de cristal, pero ¿sabemos lo qué es? ¿es lo mismo que el “suelo pegajoso”?
El feminismo es un movimiento ideológico, político y social al que podemos acercarnos desde diferentes posturas
Si en nuestros primeros cuatro o cinco años de vida, nos rompiesen cuatro de los cinco dedos de nuestros pies y nos los vendasen con una cinta, oprimiéndolos hasta conseguir una forma deforme, ¿pensaríamos que estamos cumpliendo con una tradición?