Existen diferencias entre ambos términos claves dentro del imaginario económico.

La economía es uno de los campos de estudio que más nos cuesta entender a los ciudadanos. Una de las razones principales es la larga lista de términos económicos que no solemos utilizar en nuestra vida cotidiana, entre ellos superávit y déficit.

 

 

 

Superávit hace referencia a la situación económica en la cual, los ingresos son superiores a los gastos. Cuando hablamos de la situación de un país, el término adecuado es superávit fiscal. Y en el caso del comercio exterior, un país se encuentra en superávit cuando el volumen de exportaciones es superior a de las importaciones.

Déficit, sin embargo, hace referencia a la situación económica en la que los ingresos son inferiores que los gastos. En la jerga gubernamental hablaríamos de déficit fiscal. Y en comercio exterior, el déficit se da cuando el volumen de importaciones es mayor al de exportaciones.

Para medir ambos valores en términos macroeconómicos se toma como referencia el Producto Interior Bruto de un país en un periodo concreto, normalmente un año. En el caso del superávit/déficit fiscal, los impuestos, las tasas, las recaudaciones y otras formas públicas de recaudación juegan un papel importante. La gran dificultad en el cálculo de estos valores se encuentra en la interacción del sector público y el sector privado, que aunque pertenecen al mismo sistema capitalista, no se gestionan de igual forma.

El déficit primario es una medida más exacta del déficit, que revela los resultados de las medidas fiscales sobre la deuda neta del sector público. El déficit primario es, por lo tanto, muy importante para saber si el déficit del sector público es sostenible o no. No obstante, también hay que considerar la inflación, la subida de los precios por encima de los salarios, pues esta puede afectar al tamaño de los pagos de los intereses. La diferencia entre el déficit fiscal total y el déficit fiscal primario es la deuda acumulado, que no necesariamente refleja las políticas fiscales del gobierno.

Cuando un Estado se encuentra en déficit presupuestario, se entiende que ha agotado todos los recursos propios para poder autoabastecerse. Cuando se llega a esta situación, la única vía es el endeudamiento con el Banco Central. Todos los Estados procuran endeudar lo mínimo posible sus partidas presupuestarias, pero es una tarea complicada ya que se mezcla una gran cantidad de factores externos e internos.

 

Imagen: Dave Dugdale.

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