La “llave Allen” es una herramienta con forma de "L" invertida muy común en el montaje de muebles.

La “llave Allen”, que surgió en Alemania a finales de la década de los años treinta, es una de las herramientas más comunes del siglo XXI. Como el de la reconocible “llave inglesa”, su diseño es muy característico: en múltiples tamaños, tiene la forma de la letra "L"; aunque se utiliza en posición invertida. 

Cualquier persona que haya comprado un mueble para montar en casa, habrá encontrado una pequeña llave de estas características en el interior del embalaje (junto con unos extraños tornillos que permiten más vueltas de tuerca de lo normal). Esto se debe a la facilidad para transportarla y el espacio tan reducido que ocupa. Precisamente, su configuración hace que el trabajo con ella no sea en absoluto pesado como el de cualquier destornillador o llave. 

Su uso resulta muy sencillo, sirviendo para ajustar y desatornillar aquellos tornillos con un remate llano y con la parte superior en forma hexagonal; contando además, con una mayor seguridad por una rosca situada en el interior para que no se suelten por accidente.

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