Considerada por muchos como una de las voces más prominentes de la posguerra Española, Ana María Matute ha pasado a la Historia como una de las novelistas más importantes del siglo XX.

Ana María Matute nació en Barcelona, el 26 de julio de 1925, en el seno de una familia acomodada y conservadora. De padre catalán y madre castellana, Ana María era la segunda de cinco hermanos. Su familia vivía de la fábrica de paraguas de su padre, que viajaba frecuentemente y le traía a la pequeña Ana historias de aventuras y fantasías. De uno de esos viajes, su padre trae consigo un recuerdo especial: Gorogó, un muñeco que fue protagonista de su obra Primeras memorias.

 

A los cuatro años de edad, Ana María cae gravemente enferma y sus padres deciden trasladarla con sus abuelos a Mansilla de la Sierra, un pequeño pueblo en las montañas riojanas.

 

Ana María vivió un tiempo en Madrid, donde estudió en un colegio religioso. Cuando tiene diez años, estalla la Guerra Civil, un acontecimiento que marcaría profundamente su personalidad y su obra.  Los asuntos políticos, sociales y morales son la línea de su prosa, lírica y práctica.

 

A los 17 años, Ana María Matute escribe su primera novela: Pequeño teatro, que no se publicará hasta once años después. Por muchos considerada como una de las mejores novelistas de la posguerra española, Ana María recibió en 2007 el Premio Nacional de las Letras Españolas y tres años más tarde, se convirtió en la tercera mujer en recibir el Premio Cervantes.

El 25 de junio de 2014 Ana María Matute fallece a los 88 años de edad. Obras sobresalientes, lecciones de historia con matices mágicos, como Los Mercaderes u Olvidado rey Gudú, permanecerán para siempre en el recuerdo.

 

Imagen: Pablo A. Mendivil.

0