¡Una receta espeluznante a la par que deliciosa!

Esta es una receta sencilla para sorprender a los más pequeños en la noche más terrorífica del año y satisfacer el paladar de los adultos más exigentes. ¿A qué esperas para probarla?

 

Ingredientes para cupcakes vampiro (8 unidades)

- 110 g. de mantequilla a punto de pomada*

- 140 g. de azúcar

- Una cucharada de cacao en polvo

- Un huevo

- Una cucharadita de extracto de vainilla (opcional)

- 120 ml. de buttermilk**

- 150 g. de harina

- Una cucharadita de levadura química

- 125 g. de queso crema

- 200 g. de azúcar glasé

- Mermelada de fresa o de frambuesa

 

* Para conseguir este punto es necesario dejar fuera de la nevera la mantequilla durante toda la noche.

**El buttermilk se prepara mezclando 120 ml. de leche con media cucharada de zumo de limón y dejando reposar la mezcla cinco minutos.

 

Preparación de cupcakes vampiro

1. Precalentamos el horno a 180 ºC, calor arriba y abajo, y preparamos un molde de magdalenas con los papeles que vayamos a usar.

2. En un bol disponemos 50 g. de mantequilla y los 140 g. de azúcar y batimos con una batidora de varillas hasta conseguir una mezcla esponjosa. Añadimos el extracto de vainilla y el huevo sin dejar de batir.

3. Tamizamos la mitad de la harina con el cacao y la levadura y lo añadimos a la mezcla de mantequilla, junto con el buttermilk. Batimos hasta que todo esté bien integrado e incorporamos el resto de la harina y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.

4. Llenamos los moldes hasta un tercio de su capacidad y los introducimos en el horno durante 15 minutos o hasta que, al pinchar con un palillo, este salga limpio. Dejamos enfriar 5 minutos en el molde y, después, los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

5. Mientras los cupcakes enfrían, preparamos la crema. Para ello, disponemos en un bol el resto de la mantequilla, el queso crema y el azúcar glasé y batimos con las varillas hasta obtener una crema homogénea.

6. Vaciamos los cupcakes ayudándonos de un cuchillo, extrayendo el centro con cuidado. Rellenamos cada cupcake con una cucharada de mermelada y volvemos a taparlo con el bizcocho que acabamos de cortar.

7. Cubrimos los cupcakes con la crema de queso y, con un palillo, hacemos dos agujeros en la cobertura y arrastramos un poco de mermelada hacia afuera, simulando el mordisco de un vampiro. Y ¡listos para disfrutar!

 

Imagen: JStove

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