¿Qué pasaría en el caso de deudas de cualquiera de los dos que impidiera seguir pagando la hipoteca?

Cuando una pareja se separa o se divorcia de forma legal (quiero decir, con convenio regulador de por medio), se suele establecer el uso de la vivienda común por parte de aquel de los dos que va a tener la custodia de los hijos de ambos. Habitualmente, la mujer.

Esa situación no quiere decir que la propiedad pasa a quien se queda con ella, sino simplemente se trata de una situación temporal, pensada por el bien de los hijos. La propiedad de la casa se mantiene igual.

Pensemos en la situación habitual de una vivienda propiedad de ambos cónyuges (o ex-cónyuges) y sobre la que hay una hipoteca ¿Qué pasaría en el caso de deudas de cualquiera de los dos que impidiera seguir pagando la hipoteca? Pues que la falta de pago puede provocar la ejecución de la deuda y que se pueda embargar la casa e, incluso, su venta en subasta pública para satisfacer a los deudores.

Por lo tanto, ni siquiera el hecho de que la vivienda esté destinada a los hijos en caso de separación o divorcio la salva de pagar la hipoteca religiosamente.

0