Respetar las costumbres es señal de cultura. En Egipto el 96% de la población es musulmana, por lo que hay que seguir una serie de normas básicas para evitar situaciones desagradables.

En Egipto, las mujeres no deben ir muy destapadas, no es aconsejable que vayan muy ligeras de ropa.  Las muestras de cariño en público no son habituales. Si queremos fotografiar a alguien debemos pedirle permiso, y seguro que accede. Si viajamos en Ramadán, el respeto a las costumbres aumenta y toda la vida en Egipto se ralentiza y se vuelve impredecible.

Para entrar en el país es necesario el pasaporte y el visado. Éste se puede solicitar al llegar a Egipto, en las ventanillas del aeropuerto nos lo dan en el momento, pagando su precio, por supuesto.

La moneda es la lira egipcia, pero en casi todos los sitios se puede pagar con euros o dólares.

Antes de montarse en un taxi, pacte con el conductor el precio del trayecto.

Algo muy importante es no beber agua que no esté embotellada. Tampoco tomar hielo ni verduras crudas. Siempre hay que llevar medicamentos para los problemas estomacales, como la diarrea, por si los necesitáramos.

Los mejores meses para viajar a Egipto son febrero, marzo, abril, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.

 

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