Una vez que nos hemos decidido a cultivar nuestra huerta, tenemos que diseñarla y los bancales son un elemento fundamental.

Hemos elegido el lugar para cultivar nuestras frutas y hortalizas. ¿Cuál es el siguiente paso? Determinar nuestro consumo real y lo más importante, qué queremos comer.

Todo esto, nos ayudará a decidir el tipo de bancales que vamos a utilizar en nuestra huerta. Existen varios tipos de bancales: profundo, elevado  o semielevado.

La anchura no debe exceder de 1,20 metros y nunca debemos pisar la tierra del bancal, ya que la apelmazaríamos y su compactación impediría un crecimiento idóneo de nuestras plantas y hortalizas. La longitud será la que elijamos nosotros, los metros que queramos dedicar a ese cultivo, siempre teniendo en cuenta el consumo real.

La separación entre los bancales debe ser suficiente para poder acceder a ellos y caminar sin obstáculo alguno y, por supuesto, no debemos olvidar que la carretilla que vamos a utilizar debe pasar entre éstos.

Trabajar con bancales garantiza un incremento en la producción respecto a hacerlo con surcos o líneas. La elección entre elevado o profundo, sólo debe responder a nuestra comodidad para trabajar en el huerto.

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