Cualquier página web puede convertirse en un caos de contenido si no la organizamos adecuadamente.

Tanto si tienes una página web personal como una corporativa, seguro que uno de tus principales objetivos es llenarla de contenido. Este objetivo puede dar lugar, fácilmente, a un desorden que hará imposible una navegación cómoda y sencilla por la web en cuestión. Y es que para que tus usuarios vuelvan a tu web, es fundamental que sepan encontrar el contenido que buscan de forma fácil y rápida.

 

Una de las primeras tareas que tenemos que completar cuando creamos una página web es configurar un calendario, en el que vayamos marcando de forma periódica los contenidos que vamos a publicar. Una vez que tengamos configurado este calendario, percibiremos que los contenidos podemos dividirlos en diferentes categorías, por ello, crearemos una pestaña en nuestra web para cada categoría, de forma que nuestros usuarios puedan navegar por la que sea de su interés.

 

Otra forma de que podamos localizar el contenido con suma facilidad es la utilización de tags o etiquetas, es decir, palabras claves que se relacionan con el contenido. Así pues, cada contenido debería ir identificado con una categoría y cinco o seis etiquetas, que, además, son amigables para  buscadores como Google y nos permitirán posicionar nuestro contenido correctamente en la red.

 

Tres sencillos pasos para ahorrarnos trabajo en el futuro y asegurarnos un flujo constante de visitas.

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