El espectáculo de la Fórmula 1 visto por la afición.

Una vez pasado el jueves y viernes, empieza a subir la tensión con la llegada del sábado. El primer gran momento y la hora de la verdad para todos. Por un lado están las distintas categorías que ya dejan de entrenar para realizar las carreras, con lo que el espectáculo está servido. Salidas de pista, choques, accidentes, derrapes, e incluso la salida del safety card.

El plato fuerte viene a medio día, con la sesión de clasificación, que es el preámbulo del ambiente que se va a vivir el domingo. Mucha tensión y nervios se apoderan de toda la afición, llegando el momento cumbre con la Q1, los cánticos, las bocinas y el ondear de banderas, junto con el sonido de los motores, que se entremezclan. Algo que solo estando allí se puede saber que se siente.Una vez terminada la jornada del sábado en el circuito, se suele continuar la fiesta, independientemente de qué piloto se haya llevado la Pole. Aunque sí es el de casa o el preferido por la mayoría, a buen seguro la fiesta sera aún mayor. Una fiesta siempre cometida, donde no falta la música, el baile, las copas, etc. Sobre todo si estas celebraciones son en los distintos camping de los circuitos.

Todas estas fiestas se llevan a cabo en su mayoría con un cierto y relativo control, dado que en pocas horas llega el día grande y más deseado por toda la afición. La mayoría de los seguidores suelen madrugar bastante el día de la carrera, para evitar caravanas y sobre todo, si el sitio escogido para ver las carreras es en la zona de pelouse.

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