Por este nombre tan poético se denomina al recurso que se presenta ante el Tribunal Constitucional español, cuando se han agostado todas las instancias judiciales.

Es decir, cuando tenemos una sentencia que estimamos o creemos que es contraria o que vulnera un derecho fundamental o una libertad pública y contra la misma no cabe ningún otro recurso.

El Tribunal Constitucional no forma parte del Poder Judicial, sino que es un organismo diferente del mismo. En el recurso de amparo constitucional, se puede denunciar la interpretación de un Juzgado o Tribunal de una norma contraria de forma contraria a la Constitución o una actuación judicial que limita los derechos fundamentales.

Si se admite a trámite, la Sentencia del Tribunal Constitucional podrá estimar el recurso y anular la sentencia dictada por aquél Juzgado o Tribunal ordenando que dicte otra de acuerdo con la Constitución o, en algunas ocasiones, resolviendo el propio Tribunal Constitucional sobre cómo debe interpretarse la Constitución en el caso concreto.

Como anécdota, os diré que menos de un 5% de los recursos de amparo que se presentan al año son admitidos a trámite y resueltos a favor del que pide el amparo.

0