El Beagle es un perro de pequeño tamaño, dotado con un agudo olfato y habilidad para la caza.

Sobre el Beagle y sus orígenes circulan dos teorías diferentes. La primera apunta al siglo III como el de nacimiento de la raza, localizándose ésta en Gran Bretaña. La otra hipótesis sitúa a este perro en países del Mediterráneo, siendo exportados, más tarde, a Inglaterra. Incluso, se ha llegado a plantear la existencia de estos canes en la vieja Grecia.

Los “Beagle” son perros robustos y de pequeño tamaño, con peso entre 10 y 15 kgs. Los ejemplares más altos pueden llegar a los 40 cms. Suelen ser tricolores (blancos, negros y naranjas o marrones). Sin embargo, el estándar oficial admite otras muchas tonalidades de pelaje.

Los beagles siempre han estado vinculados al mundo de la caza. No en vano, poseen un excelente olfato, más desarrollado que en otras razas caninas. Siempre se dejan llevar por la especial agudeza de ese sentido.

En lo referente al temperamento, los beagles son perros exentos de agresividad, muy tranquilos y unas excelentes mascotas. No obstante, pueden llegar a ser bastante testarudos y desobedientes.

Son poco ladradores. Sus ladridos son más habituales en las cacerías y se caracterizan por su especial sonido, una mezcla de ladrido y aullido muy peculiar y fácilmente reconocible.

En el Beagle encontramos una simpática particularidad. Al adoptar la posición de sentado, no se apoya sobre las patas, lo hace sobre los muslos. El resultado es una graciosa y chistosa postura.

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