Uno de los primeros obstáculos que tiene que saltar un autónomo es hacer su primer presupuesto. Muchas veces no sabemos cómo cuantificar nuestro producto o servicio o lo presentamos al cliente de cualquier forma. Aquí te damos las claves para hacer un bue

El presupuesto es un documento clave para cualquier empresa, se trata de nuestra carta de presentación al cliente, es el primer elemento con el que éste toma contacto con nuestra empresa. Por ello, nuestro presupuesto tiene que ser visualmente atractivo y acorde a la imagen que queremos transmitir. Aunque en la casi totalidad de los casos el factor determinante para que se produzca la compra es el precio, un presupuesto visualmente atractivo y bien presentado aporta  valores añadidos: evoca en el cliente una imagen de profesionalidad y nos diferencia de la competencia.

 

A la hora de poner precio a nuestro producto o servicio tenemos que ser transparentes y utilizar el sentido común. La mejor pregunta que podemos hacernos es: ¿Compraría yo este producto/servicio a este precio?

 

Normalmente, si fijamos un precio demasiado bajo la gente se preguntará “¿por qué?” y es posible que estemos devaluando nuestro trabajo, muchas veces los precios bajos se asocian a baja calidad, aunque no sea el caso. Por el contrario, si fijamos un precio demasiado alto, tendremos que justificarlo con una calidad inmejorable y tendremos que demostrar un bagaje en el terreno en que nos movemos. El cliente nos va a exigir que le enseñemos trabajos que ya hayamos realizado, querrá ver por qué nuestro presupuesto es tan elevado.

 

Por supuesto, las claves para presupuestar un producto o servicio serán equilibrar gastos y obtener un beneficio afín a las horas de trabajo. Moviéndonos dentro de este margen, podremos utilizar de referencia el precio medio de mercado de nuestro producto o servicio.

 

El presupuesto tiene que ser claro y conciso pero a la vez, estar lo suficientemente detallado. Debemos incluir los datos de contacto de la empresa, los datos del cliente al que va dirigido, los detalles del producto o servicio que ofrecemos, el importe, preferentemente con el IVA y otros impuestos incluidos para transmitir una imagen de claridad, y el método de pago.

 

También es bueno incluir en el presupuesto otros datos como el plazo de entrega, la garantía, en su caso, o condiciones especiales, como por ejemplo, si el cliente tiene que entregar una cantidad de dinero previa a recibir el producto o servicio en concepto de reserva.

 

De esta forma, nos aseguraremos de que nuestro cliente potencial se lleva la mejor impresión de nosotros y una explicación clara de lo que le ofrecemos.

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