La “Localización” abarca algunos aspectos sociodemográficos.

El término de “Localización” siempre se ha empleado a la hora de referirse exclusivamente a una ubicación geográfica; pero, con el tiempo, ha ido adquiriendo diferentes matices que abarcan además una realidad sociodemográfica. Por tanto, para la entrada de un producto o de un servicio en un nuevo mercado se precisará de un análisis detallado de las características lingüísticas, sociales y culturales de los grupos poblacionales que se encuentran en ese lugar determinado.

Una correcta localización puede ser definitiva para que una empresa se consolide y logre tener un futuro asegurado. Conocer al público destinatario es un factor de éxito de primer rango, puesto que dispondremos de información sobre sus peculiaridades y debilidades para establecer un producto u otro dependiendo de ellas. Por tanto, el proceso de diseño y puesta en práctica de un Plan de Localización va a atravesar por varias fases, entre las que se encuentran: una valoración inicial de la viabilidad del proyecto, la fijación de la oferta en función de la demanda existente, la elaboración de un plan de acción de adaptación lingüística y social, su puesta en práctica y una evaluación de resultados. 

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