Para un bailarín/a, la dieta es un factor importante a la hora de mantener la buena salud del tejido óseo, que es un tejido vivo.

La dieta de un bailarín/a requiere un aporte de calcio adecuado a lo largo de la vida para mantener la densidad ósea y evitar el riesgo de osteoporosis (huesos quebradizos) más adelante. Los productos lácteos constituyen la principal fuente de calcio, además de otros alimentos, como los higos, el tofu, las almendras, las espinacas y el pescado (por ejemplo, las sardinas y los chanquetes), que también contienen calcio.

Los niveles de estrógeno en las mujeres y de testosterona en los hombres también juegan un papel importante a la hora de mantener los huesos sanos. En las jóvenes, es importante que los ciclos menstruales sean regulares. El ciclo menstrual puede detenerse debido a un peso corporal bajo, combinado con un entrenamiento intensivo, lo cual hace que los niveles de estrógeno caigan en picado, causando amenorrea (ausencia de la regla). Un nivel bajo de estrógeno puede llevar a la pérdida de minerales en los huesos y, por tanto, a la pérdida de densidad ósea, aumentando así el riesgo de fracturas de estrés en el entrenamiento y de osteoporosis más adelante. Incluso el ciclo menstrual vuelve a la normalidad, la densidad ósea perdida nunca se volverá a recuperar del todo.

En el caso de amenorrea, las bailarinas jóvenes deberán dirigirse a un profesional de la medicina para que éste les aconseje.

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