El ROE es un indicador financiero que mide la rentabilidad de una inversión.

Cuando un accionista o un socio invierte fondos en una compañía  su objetivo es obtener rentabilidad. Pues bien, el indicador más preciso para medir esta rentabilidad es el conocido como ROE (Return On Equity).

 

El ROE mide la capacidad que tiene una empresa para remunerar a sus accionistas, relaciona el beneficio económico que ha obtenido el accionista con los recursos de capital que ha invertido para tal fin.

 

Para calcular el ROE se divide el beneficio anual, una vez deducidos los intereses de las deudas o el coste del capital ajeno más el impuesto que grava la renta de la sociedad, por el valor de los fondos propios, y se multiplica por 100, obteniendo así un porcentaje.

 

(Beneficio neto después de impuestos/Capitales propios) x100

 

Por ejemplo, si colocamos en una cuenta 1 millón y los intereses generados son 100.000, la rentabilidad es del 10%.

 

Cuanto más alto sea el ROE, mayor será la rentabilidad de la inversión realizada.

 

El ROE es también un indicador muy utilizado para comparar la rentabilidad de empresas del mismo sector, sin embargo, no sirve para comparar la rentabilidad de empresas de diferentes sectores, pues el rendimiento de los capitales es diferente.

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