Probablemente lo supondrá, pues, de hecho, este es uno de sus principales objetivos.

La meta de toda estrategia de marketing y comunicación de una empresa es llegar a su target y, en la medida de lo posible, aumentar el número de clientes. Un CRM, un gestor de relaciones con los clientes, es una herramienta que facilita la consecución de este objetivo.

 

 

 

Y es que un sistema CRM no solo mejorará nuestras ventas de forma cuantitativa, sino también (y muy importante) de forma cualitativa. Nos permitirá mejorar las relaciones con nuestros clientes, haciendo mucho más ágiles las comunicaciones, tanto para cerrar tratos como para resolver incidencias. Podremos controlar el número de casos atendidos, cerrados y pendientes, así como el tiempo invertido en cada uno de ellos, lo que también nos facilitará calcular el coste de cada interacción y planear estrategias más eficientes. Pero no solo eso, además podremos examinar las opiniones y los comentarios de nuestros clientes para planear nuevas propuestas y mejorar.

Un sistema CRM es, por lo tanto, una gran opción para adquirir nuevos clientes o mejorar la respuesta a nuestras campañas y, al mismo tiempo, a un coste reducido.

 

Y ahora que ya conoces los beneficios, ¿quieres saber cómo elegir un buen sistema CRM?

 

Imagen: francisco.j.gonzalez.

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