Los muñecos de jengibre o "gingerbread man" tienen su origen en un cuento del siglo XIX.

El jengibre es una planta originaria de las zonas tropicales del continente asiático que fue extendiéndose hacia Europa y América entre los siglos IX y XI. Desde hace miles de años, ha destacado como una de las especies más apreciadas como remedio natural para algunas dolencias (el vértigo, las inflamaciones, las úlceras, etc). Por tanto, el jengibre pasó de actuar como remedio natural a ser un ingrediente esencial del famoso pan de jengibre.

El pan de jengibre (especialmente popular en Alemania) puede aparecer en forma de pastel o de galleta, siendo estas últimas las que dan forma las casitas navideñas o a los muñecos de jengibre. Ese hombrecillo horneado o "gingerbread man" encuentra su historia en el cuento popular de finales del siglo XIX titulado “El Hombre de Jengibre”. La narración trata sobre un panecillo de estas características que se escapó del horno de su repostera, iniciando un largo camino de obstáculos que lograba esquivar hasta que un zorro acabó devorándolo. Sin embargo, el personaje ha ido evolucionando hasta tener sus propias aventuras como es el caso de “Jengi” en la película “Shrek”. 

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