Los artistas del muralismo mexicano son Juan José Clemente, Diego Rivera y David Alfaro.

El muralismo mexicano, que surge tras la Revolución Mexicana de 1910, es un movimiento de raíces indigenistas que consiste en plasmar en las fachadas de los edificios públicos distintas pinturas para honrar la identidad del pueblo mexicano. Entre los distintos artistas que destacan por sus aportaciones a este género artístico, se sitúan por encima de los demás:

• José Clemente Orozco (1883-1949): es menos estricto que sus compañeros en cuanto a los cánones revolucionarios. Sus pinturas son mucho más expresivas, haciendo hincapié en los valores humanísticos. Sus principales obras están plasmadas en la Escuela Nacional Preparatoria, en el Palacio de Gobierno de Jalisco, en la Universidad de Guadalajara, en el Palacio de Gobierno de Guadalajara, en el Hospicio Cabañas, en el New School for Social Research de Nueva York, en el Palacio de Bellas Artes de México, etc. Entre sus principales obras se encuentran: Omniscencia (1925), Reconstrucción (1926), Catarsis (1934) y El hombre envuelto en llamas (1937-1939), 

• Diego Rivera (1886-1957): muestra importantes influencias renacentistas recibidas durante su educación en Italia; aunque sus obras giran en torno al enaltecimiento del indigenismo más puro; aunque en 1922 se observa en él su ideario comunista. Sus creaciones están presentes en la Secretaría de Educación Pública de México, en la Esuela Nacional de Agricultura de Chapingo, en el Palacio de Cortés de Cuernavaca, en el Palacio Nacional de México, en la Escuela Preparatoria Nacional, en la Escuela de Arte de San Francisco, en el Instituto de Artes de Detroit, en el Palacio de Bellas Artes de México, en el Hotel del Prado de la Ciudad de México y en el Estadio Olímpico de México. Estuvo casado con la famosa pintora Frida Kahlo. Algunas de sus obras son: El hombre en el cruce de caminos (1934), Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central (1946), Canto General (1950) y La Universidad, la familia mexicana, la paz, y la juventud deportista (1952).

• José David Alfaro Siqueiros (1896-1974): en él se aprecia la máxima influencia del surrealismo, del expresionismo y del futurismo. Su ideología política revolucionaria le trajo muchos problemas con la justicia. Además de destacar por sus murales, también lo hizo por su faceta más periodística con las publicaciones Vida Americana o El Machete. Entre sus obras pictóricas, se pueden citar: Entierro de un trabajador (1923), América Tropical (1932), Mitin en la Calle (1932) y Retrato actual de la Ciudad de México (1932); estando alojados estos dos últimos en el MOMA de Nueva York.

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