La fiesta de San Juan Bautista, celebrada cada 24 de junio en toda Europa y parte de Latinoamérica, tiene un origen pagano.

La celebración de la noche de San Juan tiene un origen más remoto que el cristiano. Pueblos antiquísimos como los griegos, aztecas, romanos, incas y bereberes, observaban que el Sol perdía fuerza a lo largo del año y que los días se hacían cada vez más cortos. Así, allá por el año 5.000 a. C., estos pueblos comenzaron a hacer rituales en el solsticio de verano, todo ellos ligados al fuego, como una forma de "dar fuerza al Sol" y ahuyentar a los malos espíritus.

Más adelante, aunque el solsticio de verano se produce en realidad en la noche del 21 al 22 de junio, los cristianos unieron esta festividad con la del nacimiento de San Juan Bautista. ¿Y qué relación tiene este nacimiento con las hogueras? Cuenta la Biblia que Zacarías, el padre de San Juan, encendió hogueras para anunciar el nacimiento de su hijo la noche en que su mujer dio a luz, el 24 de junio.

 

Imagen: Berto García.

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