El verano se está acabando y tenemos que preparar nuestra huerta para la próxima temporada otoño/invierno. ¿Qué tenemos que hacer?
Pastinaca Sativa, ese es el nombre científico de la chirivía. Una hortaliza prácticamente desconocida y, que antes del descubrimiento de la patata, tenía un lugar importante en el consumo habitual de la población.
Más allá de la satisfacción de cultivar nuestros propios alimentos y lo saludable que esto es, están los muchos beneficios que nos aporta la huerta. Huertear es terapéutico.
Los huertos son como la Isla de Utopía, de Tomás Moro, espacios en los que la explotación comunal de los bienes se lleva a cabo sin conflictos ni competencias.
Una vez que nos hemos decidido a cultivar nuestra huerta, tenemos que diseñarla y los bancales son un elemento fundamental.
Llega el otoño, y debemos preparar nuestro huerto para esta nueva temporada en la que disfrutaremos de coles, repollos, acelgas...
Queremos que nuestra comida sea saludable y, si bien el huerto nos abastece de muchas frutas y hortalizas, aún no hemos conseguido ser autosuficientes completamente.
El acolchado es una técnica utilizada en agricultura ecológica y se puede hacer con paja, con papel de prensa o con ambos.
La zanahoria es un cultivo que podemos llevar a cabo durante todo el año.
Todo lo que nos rodea nos afecta, influye de una manera u otra en nuestra vida, por eso, para que ésta sea saludable y sostenible, también debe serlo nuestro entorno.
Debajo del asfalto hay tierra, y esa es la que tenemos que recuperar a través de los huertos urbanos, en los que mayores y pequeños participan de forma activa.
El huerto ecológico es un espacio que nos permitirá desarrollar otras actividades relacionadas con el medio ambiente y la cocina, de forma respetuosa y sostenible, y una de ellas, es elaborar nuestro propio pan, en un horno solar o de barro.
Los productos alimentarios, antes de llegar a nuestra mesa, han pasado por muchos procesos y no todos “limpios”. A veces puede ser más sano comer el pez con tres ojos de los Simpsons que un tomate de la tienda de nuestro barrio.
El ahorro del agua es una máxima en la agricultura ecológica. El acolchado nos permitirá gestionar de forma eficaz y sostenible el agua que necesitamos para nuestra huerta.