Llega el otoño, y debemos preparar nuestro huerto para esta nueva temporada en la que disfrutaremos de coles, repollos, acelgas...
Queremos que nuestra comida sea saludable y, si bien el huerto nos abastece de muchas frutas y hortalizas, aún no hemos conseguido ser autosuficientes completamente.
Todos y todas somos consumidores, ¿pero lo somos de forma consciente? Formar parte de un grupo de consumo nos permite adquirir conciencia de lo que comemos.
Todo lo que nos rodea nos afecta, influye de una manera u otra en nuestra vida, por eso, para que ésta sea saludable y sostenible, también debe serlo nuestro entorno.
Los días se han acortado y hay menos luz. ¿Qué vamos a plantar esta temporada en nuestro huerto?
Los tomates son frutos deliciosos y forman parte de nuestra alimentación y, por tanto, también de nuestra huerta ecológica.
El verano se está acabando y tenemos que preparar nuestra huerta para la próxima temporada otoño/invierno. ¿Qué tenemos que hacer?
Pastinaca Sativa, ese es el nombre científico de la chirivía. Una hortaliza prácticamente desconocida y, que antes del descubrimiento de la patata, tenía un lugar importante en el consumo habitual de la población.
La zanahoria es un cultivo de primavera y otoño.
¿Y si llenásemos las paredes de tomates, pimientos, cebollas…? Vamos a aprovechar el espacio y convirtamos nuestras paredes en huertas verticales.
Los huertos son como la Isla de Utopía, de Tomás Moro, espacios en los que la explotación comunal de los bienes se lleva a cabo sin conflictos ni competencias.
El acolchado es una técnica utilizada en agricultura ecológica y se puede hacer con paja, con papel de prensa o con ambos.
La zanahoria es un cultivo que podemos llevar a cabo durante todo el año.
El huerto ecológico es un espacio que nos permitirá desarrollar otras actividades relacionadas con el medio ambiente y la cocina, de forma respetuosa y sostenible, y una de ellas, es elaborar nuestro propio pan, en un horno solar o de barro.