La búsqueda de financiación es un proceso recurrente a lo largo de la trayectoria de nuestro negocio. Es habitual pensar que solo es necesaria al inicio, sin embargo, siempre surgirán nuevos retos y proyectos, mercados, líneas de actuación… A continuación

Aunque, como ya hemos mencionado, la financiación no se necesita únicamente para empezar, sí es cierto que es especialmente importante en esta fase, pues es muy difícil poner en marcha cualquier proyecto sin una inversión inicial. Cuando el ahorro o el bootstrapping no son suficientes, podemos recurrir a los siguientes apoyos externos:

 

 

Entidades financieras

Parece la solución más sencilla, no obstante, conseguir apoyo financiero de una entidad bancaria no es fácil. Normalmente nos requerirán garantías que dependerán del importe que solicitemos: avales con patrimonio propio o ajeno. Es muy importante sopesar bien nuestras circunstancias y las de nuestro proyecto antes de comprometer a familiares y amigos con los avales de terceros, pues hay que tener en cuenta que arriesgamos los bienes que ofrezcamos como aval.

 

Inversores

Existen empresas, como ENISA o CDTI, que ofrecen préstamos participativos: nos conceden un préstamo a cambio de una participación empresarial en nuestro proyecto. También podemos acudir a los business angels, inversores profesionales que buscan participaciones en proyectos atractivos a cambio de apoyo financiero a los mismos.

 

Línea de financiación estatal

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) intenta facilitar emprendimiento financiando el tipo de interés del banco, aunque también nos exigirá cumplir unos requisitos determinados.

 

Crowdfunding

Una vía cada vez más utilizada: obtener capital mediante donaciones. Es ideal para proyectos atractivos y que no requieran una cantidad muy grande de capital. Las aportaciones pueden ser desinteresadas o a cambio de algo: prototipo del producto, descuentos, merchandising, microparticipaciones en el proyecto…

 

Imagen: Rocío Lara.

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